TLD: qué es y cómo elegir el tuyo

El TLD es la terminación de un dominio, siendo el “.com” el más común y conocido a nivel internacional. Junto con el nombre del dominio, el TLD es uno de los elementos principales para el buen posicionamiento orgánico de la web. Te contamos todo los que necesitas saber sobre el TDL y cómo elegir el mejor para tu e-commerce o web.

Tipos de TLDs: existen dos grandes conjuntos de TLDs . Por un lado, encontramos los de primer nivel genéricos o gTLD (generic top level domain, por sus siglas en inglés), que no están asignados a ningún territorio concreto, como los “.com” y “.org”. El segundo conjunto, corresponde a los ccTLD o dominios de primer nivel de código de país. Al contrario que los primeros, estos sí van asociados a un territorio concreto como por ejemplo “.es” o “.pt”.

Se puede hacer una segunda clasificación de los TLDs según otro criterio: los campos o conceptos que representan. En este caso, encontramos 4: las extensiones genéricas tradicionales (“.com”, “.net”, “.org”…), las geográficas (“.es”, “.it”, “.uk”…), las que representan un negocio o área profesional (“.finance”, “.abogado”, “.viajes”) y finalmente las que vinculan un valor conceptual o de marketing (“.world”, “.top”, “.best”…).

TLD y SEO: el nombre de dominio, que incluye el TLD o terminación, tiene una gran importancia para el posicionamiento orgánico, y es por ello que es muy recomendable reflexionar cuidadosamente antes de decantarse por uno de ellos y registrarlo. Idealmente, debe llevar la, o las, palabras claves del negocio, ser lo más corto posible, y utilizar un TLD de primer nivel genérico, del tipo “.com” o “.net”. No obstante, si la actividad del negocio se lleva a cabo en un país determinado, es más aconsejable utilizar el TLD geográfico o de código de país. Por ejemplo, si tu e-commerce solamente vende en España, lo ideal sería tener el TLD “.es”. Si piensas que quizás más adelante te expandirás y venderás tus productos en más países, tienes dos opciones: elegir, desde el principio, un TLD genérico, u optar por el del país en el que empezarás tu actividad, para luego adquirir los dominios de los países en los que desarrolles tu negocio. La importancia de elegir un TLD acorde con tu territorio no es insignificante a día de hoy: desde este año 2018, Google pone el acento especialmente en el SEO local  y, con ello, busca fomentar que las páginas web trabajen estos aspectos. Además, de esta forma, los usuarios pueden saber rápidamente que el contenido de una web está focalizado exclusivamente en dicho país. Asimismo, existen una serie de TLDs que están asociados a páginas con un alto índice de spam, por lo que no es aconsejable que escojas las terminaciones del tipo “.biz”, “.ws” o “.name”.

TLDs y creatividad: a parte del SEO, también hay quien se decantan por una terminación en concreto por razones creativas. Es cierto que el SEO es muy importante y que deberías tener en cuenta las recomendaciones anteriores siempre que sea posible, pero puedes tener en cuenta otro criterio a la hora de crear un dominio para que sea fácil de recordar y que llame la atención. Algunas marcas han sabido aprovecharlo y han creado direcciones web del tipo “imloving.it”, “love.me” o “dinosau.rs”, aprovechando TLDs que han dado pie a un ingenioso juego de palabras.

En conclusión, al igual que la elección del nombre de un dominio, la extensión o TLD tiene una gran importancia para un buen posicionamiento orgánico. Lo más importante para elegir uno de ellos es que tengas claro si quieres posicionar tu sitio web a nivel internacional o únicamente a nivel local. No obstante, y aunque ello pueda influir en el ranking SEO, siempre puedes decantarte por un TLD que no siga esta lógica, si ello implica que obtendrás una URL más original y que facilitará que tu potenciales clientes se acuerden de ella.

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