Diseñar y estructurar una página web no trata solamente de que quede estéticamente bien, sino de conseguir el objetivo por el que se ha creado. Para ello, es clave valorar diferentes aspectos favorecedores, para aumentar tus conversiones e implementarlos en el diseño y la estructura de nuestro e-commerce.
Antes de realizar mejoras en tu página, plantéate el objetivo de las conversiones que estás buscando. Lo normal en el comercio electrónico es pensar solo en la venta, pero puede ser interesante diseñar otro tipo de estrategias; por ejemplo, para captar una base de datos de correos electrónicos a los que poder comunicar posteriormente a través de campañas de email marketing.
Comodidad ante todo para lograr conversiones
La navegabilidad de tu e-commerce ha de ser sencilla facilitando al usuario su uso. Si pensamos en aumentar las conversiones, es muy importante prestar atención a las llamadas a la acción (call to action) que se incluyen en la página. Los botones han de ser grandes para que faciliten su lectura y han de verse en un color que destaque sobre el fondo de la página. Además de su diseño, hay que dejar claro en el botón la acción que conseguirán al clicarlo, ya sea realizar una compra, consultar más información…
En un primer vistazo a tu página web, el usuario tiene que tener claro qué ofreces y qué va a encontrar en ella. Por esto, hay que facilitarle toda la información posible y conseguir una navegación sencilla e intuitiva, que incluya enlaces internos, y teniendo un menú de categorías con buena visibilidad. Esto siempre es una ayuda para que pueda dirigirse fácilmente hacia la información o hacia el producto que más le interesa.
Técnicamente, también hay aspectos a tener en cuenta. Uno de los más comunes e importantes es tener un diseño responsive que permita que la página sea visualizada correctamente desde cualquier dispositivo, además, es un destacado factor de posicionamiento en buscadores. Por otro lado, también hay que medir la velocidad de carga de la página web (lo recomendado es que la página cargue en menos de dos segundos), ya que una carga lenta conllevará a la pérdida de los usuarios más impacientes, lo que no te permitirá aumentar la conversión.
Una compra fácil y de confianza
Cuando un usuario no conoce la marca de la página web a la que ha accedido, puede que se encuentre un poco perdido. En ese punto, que obtenga confianza en nosotros es clave. Para ello, la página web ha de estar completa dejando visibles apartados como el quiénes somos (recuerda dar información que sea comprensible por quien te visita), el de prensa (en el que incluirás enlaces a los medios de comunicación que han hablado de ti) y la página de contacto a la que podrán dirigirse si tiene dudas o preguntas.
En el caso de un e-commerce, también es relevante que, en la página de portada, se pueda acceder a más información sobre gastos y modalidades de envío, así como a la políticas de devolución o cancelación del pedido.
Una vez que el posible comprador ha navegado por la página, ha obtenido suficiente confianza en ella y ha encontrado un producto o servicio de su agrado, estamos mucho más cerca de la conversión.
Pero el último paso para lograrla suele encontrarse en el carrito de compra. Una vez que el usuario ha completado su carrito añadiendo todos los productos que quiere comprar, hay que ponerle muy fácil finalizar dicha compra. No olvides que es importante solicitarle solo los datos que sean precisos (cuanta más información tenga que rellenar más decaerá su interés). Es básico ponerle fácil la elección del envío o el punto de entrega, y que la pasarela de pago sea cómoda y de confianza.