El mercado online en República Checa está en pleno crecimiento. El año pasado generó un volumen de negocio de 2.091 millones de euros y la previsión es que siga creciendo a un ritmo del 12% anual hasta 2020.
Por el momento, tienen acceso a Internet el 84% de los hogares checos, y 6,4 millones de internautas son ya compradores online. Esta cifra es más o menos el 65% de la población, y se encuentra ligeramente por debajo de la media de la Unión Europea.
Los checos compran sobre todo electrónica de consumo (15%), productos multimedia (10%), ropa y calzado (6%), productos de cuidado y belleza (6%), y electrodomésticos (5%), y se gastan una media de 289 euros anuales. En concreto, República Checa es líder en Europa en ventas por Internet de productos técnicos o no alimentarios: el año pasado, más del 43% de las ventas de este tipo se realizaron vía online, según un estudio de la agencia de investigación GfK y la Confederación Checa de Comercio y Turismo.
Del total de compradores online, tan solo el 18% lo hace en otros e-commerce europeos, principalmente de Alemania, Polonia, Eslovaquia, Holanda y Austria. Un dato que deja margen a las tiendas online extranjeras, entre ellas las españolas, para introducirse en este mercado.
Si nos adentramos en el mercado checo, competencia local no nos faltará. La República Checa cuenta actualmente con el mayor número de e-commerce por persona de Europa. Hay alrededor de 40.100 tiendas online y se espera que su número crezca aún más en los próximos años. De hecho, las webs más populares para comprar son nacionales: Heureka, Alza, Bazos y SBazar, y solo en quinta posición aparece una extranjera: la china Aliexpress.
Reducir la desconfianza del consumidor
A la hora de implantar nuestro e-commerce en República Checa, hay que recordar que este país centroeuropeo mantiene moneda propia, la corona checa, por lo que todos los precios de nuestros productos deben ser mostrados en esta moneda.
Disponer de una web perfectamente traducida al checo y servicio de atención al cliente en este idioma (con dirección y teléfono de contacto en el país) son otras recomendaciones. Para reducir la desconfianza del consumidor checo, que es común cuando se trata de nuevas webs, también es aconsejable incluir opiniones de otros clientes en nuestro e-commerce, y crear una experiencia de compra lo más fluída y fiable posible. Y aunque el cliente checo ha sido tradicionalmente sensible a los precios, cada vez tiene más en consideración la calidad y las marcas, que es algo que debemos destacar de nuestros productos.
Sabiendo que la estrategia de marketing en redes sociales no debe faltar en nuestro e-commerce, la red preferida, con diferencia, por el público checo es Facebook, elegida por un 64% de los internautas.
Al estar vendiendo en un país miembro de la Unión Europea, nuestra web debe cumplir las normativas comunitarias de protección de consumidores: derecho al desestimiento, información precontractual y postcontractual, uso de cookies, política de protección de datos, etc.
Formas de pago tradicionales
En cuanto a las formas de pago empleadas, los checos son aún muy tradicionales. El 38% elige contrarrembolso, y otro 29% pagar en el momento de la recogida del envío. Un 13% paga con tarjeta de crédito, y otro 9% con transferencia bancaria, mientras que el restante 11% cita otros medios.
Según el informe European Ecommerce Report 2018, el 83% de los checos prefieren recibir sus pedidos en casa, el 39%, en una oficina de un servicio de paquetería, el 36% en una oficina de correos, y el 24% en su lugar de trabajo. Como proveedor logístico de referencia, DHL Parcel dispone en el país de 1.300 puntos de recogida, un socio local (PPL) y 23 centros de distribución.
Como particularidad de los consumidores checos a tener en cuenta en cuanto a los aspectos logísticos de nuestro negocio online, desean una rápida entrega de sus pedidos pero sin costes extra. De hecho, solo el 6% de ellos estaría dispuesto a pagar por un servicio de envío Premium.
Aunque presenta desafíos, República Checa es, claramente, una opción lucrativa para cualquier vendedor que esté interesado en introducirse en los mercados de Europa central y oriental.