El black friday de 2016 marcó un punto de inflexión para la logística en España. Ese día, tiendas como Amazon convirtieron más de 940.000 ventas, lo que supuso el colapso de la mayoría de sus partners logísticos -con los consiguientes retrasos y quejas por parte de los clientes-.
El embudo que provocó se veía venir: junta un número masivo y concentrado de pedidos, un plazo corto de entrega y unos altos costes de tramitación. Resulta imposible mantener la exigencia en el envío y rentable el servicio.
Porque uno de los principales problemas es que el consumidor no percibe el valor real del envío. Asimila que debe ser un servicio gratuito, rápido y eficiente. Por eso, aunque posiblemente le cueste más el transporte hasta la tienda física, no acepta la incomodidad que supone ajustarse a una franja horaria, reclamar a un tercero para recibir el pedido y menos aún que suceda una incidencia.
Por otro lado, penaliza severamente a la tienda cuando esta le carga los gastos de transporte, por lo que tampoco resulta una opción que el cliente sea quien asuma los costes de un servicio que podría catalogarse como premium.
Y es que, según el último Estudio Anual de eCommerce de IAB SPAIN el 79 % de los clientes elige actualmente la tienda online por sus opciones de envío, lo que supone ya el segundo factor más relevante para la decisión de compra.
Por todo ello, resulta evidente la necesidad de ofrecer una alternativa al envío a domicilio que satisfaga tanto a clientes, como e-commerce y sus partners logísticos. Y esa solución son los puntos de conveniencia.
Un servicio con ventajas para todos
Desde el punto de vista de las e-commerce, contar con la opción de entrega en punto de conveniencia no solo le ayuda a conseguir más clientes, también supone un ahorro de costes y procesos: se reducen un gran porcentaje de las incidencias, lo que a la larga implica un ahorro y mejora de la reputación.
Asimismo, el servicio logístico también gana. La ruta se estabiliza, lo que permite mejorar los tiempos y eficiencia, sobre todo al suprimir segundas entregas. Y además, al dejar el pedido en un centro fijo y con un amplio horario de apertura, la exigencia en tiempos se aligera.
Por otro lado, aunque el consumidor español está menos acostumbrado que en el resto de Europa, lo cierto es que gana en comodidad: evita depender de terceros, estar retenido en casa y además garantiza la entrega en picos de ventas (Reyes, rebajas, etc.).
Pero… ¿Y cómo elijo con que red de puntos trabajar?
A la hora de decantarse por un socio logístico que te permita ofrecer este tipo de entrega es importante tener en cuenta una serie de características que este servicio debe reunir para que sea realmente eficaz y útil para el cliente.
Uno de ellos es la conveniencia, que parece algo obvio pero no lo es: si todos los puntos de la red están situados en zonas apartadas, con horarios de apertura que coinciden con el laboral, no abren festivos, etc., el servicio no será atractivo y tus clientes no lo querrán.
Por eso, empresas como DHL Parcel trabajan para que su red de más de 3.200 puntos de conveniencia en la Península (ServicePoints) esté repartida de forma equitativa, de tal modo que siempre haya uno a 10 minutos de sus clientes, ya sea en coche para las zonas rurales, o a pie en las zonas urbanas.
Asimismo, si en algún momento tienes pensado ampliar tu mercado y vender fuera de nuestras fronteras, es conveniente analizar qué red posee la mayor difusión internacional -y que requiera menor etiquetado para los envíos-.
En el caso de DHL Parcel, la red está pensada en vistas a este objetivo, ya que cuenta con más de 61.000 puntos en toda Europa y además, todos pertenecen a una única red, por lo que no repercute en el etiquetado y seguimiento del envío.
Así que ya sabes, si tu e-commerce recibe un volumen decente de ventas, o simplemente quieres aumentar las opciones de entrega de tu tienda online, no dudes en ofrecer este tipo de servicio cada vez más valorado por los clientes.