El mercado e-commerce ha supuesto una revolución en el volumen de entregas diarias a particulares. Esto supone afrontar un gran reto logístico: requiere una mayor capilaridad y aumentar la capacidad, ya sea con empleados o tecnología, para administrar cada envío a nivel local.
En este contexto nace en 2015 Koiki, un servicio de entregas en última milla con un concepto ecológico, pero sobre todo muy social. Porque Koiki no es solo un servicio de mensajería, es una apuesta por la integración laboral.
Y es que esta startup confía sus entregas a los Koikis, personas con discapacidad que viven dentro del barrio del cliente y que se acercan hasta él, ya sea a pie, en bicicleta o en triciclo eléctrico.
De este modo, gracias a acuerdos con centros y asociaciones, Koiki se instala en los barrios y recibe directamente la mercancía por parte del e-commerce o el servicio logístico asociado a este para hacer el reparto en la última milla.
Esta genial idea ha sido recibida con gran optimismo por parte de algunas de las principales empresas logísticas que operan en nuestro país. Un ejemplo de ello es DHL Parcel (antes como DHL Express), que desde 2016 tiene firmado un acuerdo de cooperación que integra dentro de su servicio este tipo de entregas, ya sea directamente al cliente o en uno de sus más de 3.200 ServicePoint en la Península.
Este proyecto supone una oportunidad para hacer más sostenibles y viables las entregas en última milla, pero además, es una magnífica iniciativa para cualquier e-commerce o empresa que quiera desarrollar una política de responsabilidad social y atraer a clientes con un valor añadido de carácter social.