Los precios son uno de los impulsores que más fuerza tienen para que un consumidor finalice su compra. Un buen precio siempre le resultará atractivo al comprador, pero a la hora de establecer los precios para los productos de tu e-commerce te habrás encontrado con varias dudas, ya que existen diferentes aspectos a tener en cuenta.
Determinar un precio competitivo en el mercado, y que a la par, genere suficientes beneficios como para mantener y hacer crecer la empresa, requiere de bastante tiempo para los cálculos. No olvides que el objetivo es la rentabilidad.
Estableciendo los precios
A la hora de determinar los precios con los que pondrás a la venta cada producto, el primer paso siempre recaerá en calcular cuál es el coste total del producto. Si eres el elaborador del mismo, se tratará de establecer el valor de todo el material y la mano de obra de cada producto, pero si eres minorista, el coste total del producto será el que tu estás pagando al mayorista al que le adquieres los productos.
Uno de los métodos más tradicionales aconseja sumar entre un 40% y un 50% de ese precio base del producto sacando de esta suma el precio final. Pero en e-commerce es común el uso del método Keynestone, que aconseja sumar a lo que nos cuesta el producto un 100% y que esta suma sea el precio final del producto. Por lo que si vas a vender un cuaderno que te ha costado 5 € deberías ponerlo a la venta por 10 €.
Llegados a este punto, hay que pensar también en los precios psicológicos, aquellos que de forma inconsciente el comprador prefiere porque le parecen “más bajo”. Si tienes la opción redondeada acabando en 9, por ejemplo en el caso anterior sería recomendable venderlo a 9 €. Ya que un estudio de la Universidad de Chicago afirma que este redondeo es mucho más atractivo para el comprador.
A medida que determines cuál es el volumen de ventas habitual en tu tienda online, podrás ir adaptando el precio para ser más competitivo. Además tendrás que tener siempre en cuenta las pérdidas que pueden ocasionarse por la devolución o el deterioro de calidad de los productos.
Utiliza los descuentos
En muchas ocasiones, es muy útil utilizar cupones de descuento para motivar a que el usuario finalice la compra o para conseguir que vuelva a comprar enviándole, por ejemplo, un email con un código exclusivo para un producto que compra asiduamente.
También puedes establecer una categoría de promociones en las que incluir los productos que, por cualquier motivo, ya llevan un descuento aplicado, o incluso crear una zona outlet.
Para sacar todo el rendimiento a las campañas que conlleven descuentos, es importante pensar antes de establecer el precio del producto, qué margen tienes para los descuentos que quieras realizar en ocasiones especiales con el objetivo de aumentar las ventas de dicho producto.
Qué hacer con los gastos de envío
A la hora de determinar el precio de un producto en los establecimientos físicos, solo hay que pensar en el propio producto, pero en el entorno de las tiendas online, es importante pensar también en la estrategia que se quiere seguir para los gastos de envío.
Si has decidido incluir el envío gratis para todos los pedidos, deberías calcular qué precio debe tener tu producto si en él se asume el coste que te conlleve el envío. Y si decides que sea gratuito a partir de determinado gasto, también tendrás que calcular cuál es tu ticket medio para decidir el precio de partida del envío gratuito.