En una época en la que cada vez escribimos y leemos más contenidos; la buena expresión escrita se convierte en algo indispensable. Una carta de presentación que puede resultar vital a la hora de convencer o no a tus clientes.
Por eso, como ya abordamos en el anterior artículo, en esta serie intentaremos hacer un repaso a los errores más comunes con el objetivo de que tu e-commerce nunca incurra en ellos. Y dicho esto, hoy presentamos un error tremendamente común. Es la coma criminal.
Y es que muchas personas confunden las pausas habladas con la necesidad de ponerla en el texto escrito. Por ejemplo:
Después del partido, el jugador, contestó a las preguntas de los periodistas.
Pero lo cierto es que nunca debe haber una coma entre el sujeto y el predicado de la oración. Por tanto, aunque la frase te pida marcar una pausa, tenlo muy en cuenta antes de incluir un signo de puntuación. Lo correcto en la anterior oración sería:
Después del partido, el jugador contestó a las preguntas de los periodistas.
Esto también es aplicable a aquellas oraciones que, aunque resulten más complicadas, comienzan por el que, quien, donde, adonde, como, cuando y cuanto:
Quien me espera todos los días en la puerta, es mi novia. INCORRECTO
Quien me espera todos los días en la puerta es mi novia. CORRECTO.
Sin embargo, existen algunas excepciones. Una de ellas sería el uso de la coma para separar un inciso de la frase principal. Como vemos en el siguiente ejemplo:
Las ventas registraron, en los años 2016 y 2017, un incremento del 6 %.
Asimismo, si tras una enumeración se cierra con etcétera, sí que es obligatorio el uso de la coma antes del verbo.
Los proveedores, comerciantes, distribuidores, etc., han solicitado un cambio legislativo.
Por último, no hay que confundir a la coma criminal con un vocativo. El vocativo se emplea para referirse al locutor y apelarle de forma explícita, tal y como se muestra en el siguiente ejemplo:
Señores, tenemos que darnos prisa.
Tal y como podéis comprobar, evitar la coma criminal no requiere de grandes análisis gramaticales y, cumpliendo estas simples reglas, vuestros textos ganaran coherencia y ritmo de cara al lector.