El posicionamiento orgánico es tan valioso para las páginas web de e-commerce, que algunas de ellas están dispuestas a realizar prácticas no permitidas por los buscadores (o black hat SEO), para lograr su ascenso a los primeros resultados. El keyword stuffing o el uso excesivo de palabras clave forma parte de estas estrategias poco recomendables.
Black hat SEO y keyword stuffing: traducido de forma literal, el keyword stuffing es el “relleno con palabras clave” y forma parte de las denominadas prácticas de black hat SEO. Esta rama del posicionamiento orgánico tiene como objetivo la rápida mejora del posicionamiento de una página mediante técnicas poco éticas y que van en contra de las directrices de Google, o lo que es lo mismo, equivale a hacer trampas. Más concretamente, el keyword stuffing consiste en el uso excesivo y repetitivo de ciertas palabras clave dentro de un texto con el objetivo de engañar a los buscadores para conseguir un mejor posicionamiento. Es una sobre-optimización penalizada por Google.
Hace años, el keyword stuffing se utilizaba de forma habitual y gracias a él se podían conseguir mejoras notables en los rankings de Google. No obstante, este famoso motor de búsqueda se dio cuenta de que este tipo de contenidos no aportaban valor al usuario y empezó a actualizar su algoritmo de búsqueda para luchar contra las malas prácticas e identificar y castigar a las páginas web que hacían un uso excesivo de palabras clave. Gracias a la implementación de los algoritmos Panda o Penguin, Google ha perfeccionado sus herramientas para localizar las páginas que utilizan esta clase de técnicas ilegítimas de posicionamiento y, cuando esto ocurre, las penaliza quitándoles visibilidad orgánica, es decir, las excluye de sus resultados o las envía a posiciones muy bajas.
Cómo evitarlo: aunque hay personas que practican el keyword stuffing de forma voluntaria con la (falsa) esperanza de que les ayuda a mejorar su posicionamiento orgánico, en ocasiones esta práctica se produce sin que el redactor web sea consciente de ello. Pero no te preocupes, existen varias formas de evitarlo:
- Recuento de keywords: después de escribir un contenido, es fundamental comprobar el número de veces que se repiten las palabras clave. Lo ideal es que aparezcan de 3 a 5 veces como máximo.
- Plurales y singulares: Google es capaz de reconocer si un término es plural o singular, por lo que detecta que se trata de la misma palabra clave.
- Uso de sinónimos: cuando se escribe acerca de un tema determinado, es normal que se repitan ciertos conceptos. No obstante, es importante que si detectas que repites tu palabra clave más de 5 veces a lo largo de un mismo artículo, sustituyas algunas de ellas por sinónimos.
- No olvides los meta-data: las keywords que se encuentran en los meta-datos, es decir, tanto en la meta-descripción como en el meta-título, también cuentan como repetición de palabras clave. Tenlas en cuenta durante el recuento.
Optimización de contenidos: si detectas que tu página web no se posiciona para las keywords relevantes a tu área de negocio, empieza por analizar el uso que has dado a estas palabras clave. Como todo en el SEO (y en la vida), es cuestión de equilibrio: a veces puede que la frecuencia con la que se repiten las keywords sea insuficiente, por lo que tendrás que añadir algunas. Por otro lado, también puede que la frecuencia sea excesiva y que tus contenidos tengan keyword stuffing sin que te hayas dado cuenta. Modifica los contenidos para optimizarlos y ajústate al número de palabras clave recomendado para mejorar tu posicionamiento.
Si no estabas familiarizado con el concepto de keyword stuffing, tenlo en mente a partir de ahora a la hora de crear nuevos contenidos y de optimizar los antiguos. Si ya lo conocías y pensabas que era buena idea hacer uso de él, ten en cuenta que es arriesgado utilizarlo y Google podría penalizarte.